Una historia más del buque escuela Galatea


Los datos y las fotografías aquí recogidos tienen el origen en sitios públicos donde se han insertado en su día, como Facebook,por lo tanto no generan ningún derecho a negar su difusión ya que su génesis ha sido Internet y la prensa, donde  fueron dados a conocer por sus autores.



Esta polémica comienza así, con este comentario de Pablo Delgado.
Buque Escuela Galatea. (Un guiño al pasado) Yo, Pablo Delgado Guerra, fui el primer cabo 2ª más joven de la Armada con 18 años en la especialidad de Maniobra, entre los años 1951 y 1955, en los que permanecí fiel a todas las navegaciones en convivencia con todos sus mandos y tripulantes. A día de hoy puedo afirmar que sentimentalmente, "nunca desembarqué".
Con referencia a lo que en el libro se relata: "Un Guiño al pasado" tengo que decir, que todo seria correcto, si no se refiriera al Galatea, incluso podría pasar por una buena novela; pero me molesta cuando se falsea la realidad para obtener notoriedad o beneficio económico. Viví sus temporales, alegrías, penurias; por lo que creo que mi opinión tiene cierto peso sobre la del autor que nunca navegó en el Galatea, aunque se apoye en testigos que navegaron, pero que solo hicieron el curso de especialistas. Yo que también pase por ahí, empecé a conocer el Galatea una vez que fui miembro de la dotación con cargo de responsabilidad. Todo ello queda relatado en lo que he dedicado tal como lo he vivido, en las 56 páginas de mi libro: El emigrante camino sin retorno.

Arminio contesta
Aprovecho este escrito para dejar un pequeña divagación, no se si acertada o no pero creo que si no lo digo reviento.
Hace unos días me comentan un párrafo en Facebook, del autor del libro “el emigrante camino sin retorno” y al leerlo dice Pablo Delgado, que los que hemos vertido nuestras experiencias en un libro y no digo el título para no tener notoriedad, hemos falseado la realidad. Como si la única realidad fuese la suya, porque navegó en el Galatea
Le digo, mejor les digo, pues se que él solo no es autor de ese comentario, pues nada más opinar en el muro de Buque Escuela Galatea, había otras dos personas que fueron los primeros en decir “Me gusta”, y no los nombro pues no se merecen que lo haga siquiera. Como decía, les digo que hace más de cuatro año iniciamos estas navegaciones virtuales y poco a poco conseguimos que el Galatea, navegase de nuevo,  al menos en la Red.  Primero fue la amistad, que seguimos conservando a pesar del paso del tiempo, y gracias a esa amistad, lo segundo fue el Galatea, lo tercero, ningún ánimo de notoriedad y cuarto, ni el más mínimo beneficio económico. Por lo tanto creo que se equivoca en todas sus afirmaciones. El sabe del Galatea, al igual que saben os que en él navegaron y que han testimoniado su recuerdo,  pero no sabe de lo que ha pasado en estos años, de la misa la mitad. Y si lo sabe está transformada la versión que conoce.

También le digo que he leído su libro “El emigrante camino sin retorno", lo he leído con cariño, respeto y admiración y no se me ocurre hacerle ninguna crítica, pues ceo que el autor lo ha hecho lo mejor que ha podido y poniendo en la obra todo su corazón. Vamos ni me atrevo siquiera a poner un ápice de duda o acritud en su obra, al revés le doy mi enhorabuena por haberla llevado a cabo. Según leía su vida, y su futuro como emigrante en Europa, creo que es una buena persona y un magnífico trabajador, y que después de estar en el Galatea a más de 40 metros de altura, subido en sus mástiles, pintar postes, encaramado a ellos era coser y cantar, Por lo tanto no tengo ni derecho, ni fundamento alguno para ponerle en duda.
Nosotros hemos contado lo que hemos vivido y lo hemos narrado como lo entendimos y como lo vivimos, y no hemos inventado nada. Lo que si ocurre es que un mismo hecho vivido, cada persona lo sufre, lo disfruta, lo siente y lo cuenta como lo vive, nada en esta vida es objetivo y menos los sentimientos y razones humanas.
Y leyendo cosas del Galatea me sale a colación un pequeño texto que se publicó en los comentarios de nuestro blog, y que dice en pocas palabras lo que nosotros tenemos que hacer, lo resumo a continuación:

Tenemos que alejarnos de la costa, que las gaviotas son pesadas y sucias, se acercan al vertedero de los deshechos de comida, situado en la borda de babor, frente a la puerta de la cocina de marinería, en busca de los peces que también se acercan con el mismo fin, se sitúan en lo alto de la regala donde dejan sus restos, esto no deja de ser sucio, por lo que el timonel debería enfilar nuestra proa mar adentro, donde su autonomía no le permita llegar hasta nuestro buque, de esta forma nuestra navegación sería tranquila y limpia, que al fin y al cabo es lo que verdaderamente todos deseamos, no ser molestados por estas aves que constantemente están picando donde no deben.
También leyendo una cita del Evangelio os comento lo siguiente: San Mateo (40:7:15 - 40:7:20)
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. Todo árbol que no lleva buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.

Jaume Matamala Blanch responde
No sabía que la Santa Inquisición hubiese llegado al "Me gusta" del Facebook. Pongo el ME GUSTA donde quiero y si a algunos les pica que se pongan pomada democrática. Ya se que corren vientos de dictadura pero mi criterio es mío, no lo cedo a nadie. No hablo de política sino sobre nuestro querido GALATEA que un quinteto ha querido monopolizar dejando fuera a los que no piensan igual que ellos. Fuimos excluidos de su foro no por los participantes, excelente tripulación, sino por su capitán.

También lo hace Fernando Laguna Ballesteros
Es una pena que el afán de notoriedad y protagonismo destrozara el proyectado viaje a Glasgow que tantísimo había ilusionado a muchos galateanos y familiares e incluso a los palmeros y ahora en plan dictatorial se quiera poner mordazas contra el derecho a la libre expresión (a qué extremos llega el egocentrismo).

Arminio responde
 Encima les molesta que conteste a sus comentarios, alegando que es la Santa Inquisición, que esperan que no diga nada, son ellos los que comienzan. Y además cuando nos critica describiéndonos como "ese quinteto", el único que ha querido  monopolizar y además de tomar el pelo ha sido él. Aprovechándose de todo lo que teníamos. Que equivocación fue el hacerle partícipe de todo lo que teníamos y admitirle como uno más. Él  cogió todo el trabajo que ya estaba hecho y se declaro lider. Lo pueden ver en la prensa, tan solo hay unos ejemplos que declaran que  él sólo  hacía todo, los demás nada, y ya estoy hasta..... Las narices por no decir otra cosa, A partir de ahora voy a poner uno a uno los correos que tiene este señor en los que nos pone a parir cuando se supone colaborábamos todos. Ya no me callo más.
Aqui expongo todo que pasó al comienzo de la colaboración.
Al comienzo de la idea, de colaboración en pro del Galatea todos éramos los que trabajábamos en el proyecto común. Y quiero que los que leen esto se enteren de una vez lo que ocurrió. Este señor, Jaume Matamala, se unió a nosotros y le pusimos al corriente de todo lo que estábamos haciendo, le dimos más de 170 fotos, que guardábamos como oro en paño para el libro que ya  estaba hecho.
Hicimos un borrador para la prensa donde figurábamos todos, él dijo que se encargaba de la prensa. Las primeras publicaciones bien, todos estábamos trabajando juntos, y así lo demuestra esa  primera publicación en la prensa del Diario de Cádiz, donde parece ser que la colaboración era perfecta.
Más tarde las siguientes publicaciones fueron  solo protagonizadas por él, pero nosotros no le dimos importancia.

Más tarde, las siguientes publicaciones fueron más egocéntricas, ya no éramos un grupo con nombres y apellidos, solo era uno, el que estaba llevando a cabo el "rescate del Galatea" Los demás no hacíamos nada. 
Este señor después de varias publicaciones donde él solo hacía y deshacía,  me dice un día que me vaya del viaje a Glasgow, que no me necesita.
Como quiera que ya había más sesenta personas apuntadas, a pesar de no tener autoridad para ordenarme que me fuese, pues él ni lideraba nada, ni era el jefe de nada ni de nadie.  Tras esa "órden", me callo y  después  de un breve comunicado anuncio mi marcha del proyecto del viaje.
En ningún momento quise polémica, pues iría en contra de todos y no quise que por polemizar se fuese todo al traste. Por lo tanto así lo hice, e incluso animé a los que considero mis amigos a ir al viaje, que aunque yo no fuese por mandato del Señor Matamala, no pasaba nada, pues ellos  conocerían a muchos compañeros y era positivo para todos. Claro algunos verdaderos amigos me dijeron que si yo no iba ellos tampoco, a los que les contesté que por favor ellos tenían que ir.
En este estado de las cosas, las publicaciones en prensa solo eran del señor Matamala, solo era él quien rescataba al Galatea.

Tras este descalabro, y para un hipotético  y futuro reportaje sobre el Galatea, se cruzan unos  correos que poseo,  en los que un  tercero que parece ser era un periodista, trata de    interceder  por los dos grupos, haciendo ver a Matamala, que es un error, que la colaboración es lo mejor. Claro, el periodista ante estas contestaciones recibidas poniéndonos a parir, me envia los correos.
El señor Matamala, contesta diciendo siempre en primera persona:  "no se preocupe yo le facilito lo que sea de mi proyecto,  de mis trabajos". Ya no se acordaba de aquellos que le dieron todo lo que poseían, ideas, fotos, y amistad, ya trabajaba solo.
Incluso dice en uno de sus correos donde se le pide opinión del grupo Buque Escuela de Maniobra Galatea, de esta manera:  ¿qué le parece el grupo con el que colabora? La contestación es más o menos esta: "Solo son un pequeño grupo de humildes Galateanos, que escriben en su blog conversaciones sin importancia, comentarios pequeños tipo Facebook y  yo estoy con ellos simplemente por sumar en el viaje, pues más vale sumar que restar".

Cuando leo esto me llevan los demonios. Cómo una persona puede decir esto, después de haber confiado plenamente en ella. Bueno cuando lo recuerdo echo chispas. Vaya con los comentarios tipo Facebook que no duda en copiarlos literalmente para pegarlos en su espacio, alegando que son opiniones de ex marinos y que tiene todo el derecho de hacerlo. Pues hágalo señor y siga aprovechándose de los que le abren paso con su trabajo, así es más sencillo.
Y los correos van más allá, pero es mejor no añadir más leña al fuego. Incluso se los mando para que vea lo que ha hecho y me contesta.  ¿Que quieres llenarme  de mierda publicando esos correos". Le contesto, no no la haré no quiero malograr el viaje a Glasgow donde ya hay mucha gente apuntada e ilusionada.

Pero bueno ya  pasó y no merece la pena recordar más estos momentos.  También puedo contar  muchos más improperios que no pongo por no cansar,  vale como muestra un botón.
Bueno pues antes de todo esto, sale una publicación importante y todos expectantes por el periódico. Y ya no salgo de mi asombro cuando veo al señor Matamala como líder de todo, se puede leer en el artículo, que ya no solo no habla de nosotros si no que habla de su vida personal, y solo de su persona y luego dice que nosotros queremos notoriedad. Joder con la notoriedad.
El periodista le habla del proyecto del libro  que ya estaba escrito antes de que este señor entrara en el grupo: ( El  Buque Escuela Galatea "un guiño al pasado"), y hay testigos  de ello, y el señor Matamala, esquiva la pregunta, la ignora, y dice que no sabe. Que buen compañero del Galatea, vaya  con quien  predica que lo más importante es el Galatea, joder con el Galatea y sus compañeros. Y eso que estuvo en el seminario para Jesuita.

Aquí se puede ver la publicación en la prensa. Solo habla de él.

Al cabo del tiempo da un comunicado diciendo que se anula el viaje, también tendremos la culpa nosotros, pues ya estaba él solito para hacerlo. Que pasa que nosotros se lo impedimos o es que el viaje parecía demasiado caro, o es que no le ayudaban las instituciones.
Las fotos que se pueden ver son algunas de las publicaciones, la primera, del Diario de Cádiz, otra intermedia de un periódico de Cartagena y la última de los domingos de ABC.
Como son públicas, no ofendo a nadie, y lo que digo en estas líneas es mi parecer, mi critica, que en un país democrático se puede hace crítica y tener opiniones diferentes, y lamentablemente estas no son opiniones, es lo que desde mi punta de vista ocurrió. Lo que ocurre es que nadie se atreve a opinar, al final me veo solo, pero me da igual, ya estoy harto de ir en  silencio.

Matamala contesta
Termino la polémica del Galatea diciendo: " Yo no he puesto aquí ningún nombre y hay quien se ha llenado la boca del mío". La envidia es el mal de esté País y el éxito que peor se soporta es el éxito ajeno. Termino citando al Quijote: " LADRAN LUEGO CABALGAMOS... Jaume Matamala Blanch.

Un tal Castillo contesta
 Además no se si alguien me pone al corriente si me equivoco, de que éxito hablan, si lo que están haciendo ustedes es dar a conocer algo, y creo que lo hacen sin interés, porque habla usted de éxito, que ocurre que tiene usted éxito, en que. No lo entiendo. al menos eso dice. Creo que no quisiera tomar partido por nadie, pero lo poco que he visto ya me doy cuenta de muchas cosas. Primero, la frase: Ladran luego cabalgamos, que ocurre que le gusta la notoriedad y el éxito señor Matamala, pues esa célebre frase, quier decir eso.

Y sigue diciendo Castillo
Usted contestó esto señor Matamala: No sabía que la Santa Inquisición hubiese llegado al "Me gusta" del Facebook. Pongo el ME GUSTA donde quiero y si a algunos les pica que se pongan pomada democrática. Ya se que corren vientos de dictadura pero mi criterio es mío, no lo cedo a nadie. No hablo de política sino sobre nuestro querido Galatea, que un quinteto ha querido monopolizar dejando fuera a los que no piensan igual que ellos.
Fuimos excluidos de su foro no por los participantes, excelente tripulación, sino por su capitán.
Este texto es suyo, y con estas frases no hace falta poner nombres, se entiende perfectamente de quien habla: No manipule a la gente señor, que soy nuevo en este espacio y ya creo que voy a salir huyendo. Y la gente que le rodea no se da cuenta.

Un anónimo aludido deja este comentario en Facebook
Compañero Arminio me di de baja del grupo del Galatea para no soportar a Matamala y lo soporte bastante en El Galatea siendo cabo 1 y yo cabo 2 alumno, era una persona sin escrúpulos, te apoyo en todas tus quejas sobre dicho tipo, un abrazo.


Miguel Gómez, aludido e interpelado, dice:
Parece ser que la polémica no termina aquí y arremete el señor Pablo Delgado, contra Miguel Gómez, teniendo éste que contestar:

Hola a todos.
He tenido la difícil tarea de publicar esta respuesta a Pablo Delgado, tanto aquí en el blog como en Facebook, no ha sido nada agradable para mi, ya que se me pueden achacar muchas cosas, pero no de mentiroso, eso no.
Pablo Delgado dice: Amigo Miguel, el día que nos encontramos en Barcelona me pude dar cuenta de  que mi libro era para los cuatro o cinco autores que sois; pero que en realidad el que se lleva los honores, es un señor que nunca navegó en el Galatea y los otros habéis navegado, poco más de un año, y que en vuestros comentario os hacéis pasar por los héroes, inventando historias que no son correctas, y que deshonoran a la Armada.

Don Manuel Gonzalez y Ramos Izquierdo, comandante del Galatea, era un gran militar, un marino fuera serie, como lo eran todos los oficiales y todos los contramaestres y de entre estos el de cargo Don Antonio Queiro, hombre sin igual.  Que vosotros tengáis el valor de decir  que en el temporal de Nueva York el comandante viniera a  preguntaos cual era vuestra opinión, no me parece correcto. El comandante, cuando había temporal, día y noche lo pasaba, de su camarote a la derrota y de la derrota al puente.  Yo que estuve tres años con él, si hablé tres veces con el comandante, eso fue todo. A quien le vais a hacer creer, que ese gran marino iba a pedirle su opinión a un peludo que solo sabía hacer, pelar patatas y limpiar metales.

Miguel: si yo tengo tanta pasión por ese extraordinario Galatea, también la tengo por esos grandes hombres y grandes marinos que eran nuestros superiores, que por desgracia muchos de ellos descansan en paz y eso hay que respetarlo. En mi poesía pongo: pasé frío, pasé hambre y malos ratos también, pero lo que me enseñaste eso nunca olvidaré; y eso es de ellos que lo aprendí.
En cuanto a Jaume Matamala yo lo considero como una persona muy correcta; si el viaje a Glasgoow no se hizo, fue a causa de vuestro comportamiento ¿por que no lo habéis cogido vosotros en mano? Un saludo ha todos Pablo Delgado Guerra. Publicado en Facebook, ayer a las 9:16 

En respuesta Miguel dice:
Hola, Pablo Delgado. Lamento tener que contestar tu comentario de fecha del tres del mes en curso, pero lo tengo que hacer, para dejar claro algunas alusiones que escribes en él, que creo que nada o poco tienen que ver con la realidad.
Primero, comentas que yo te compré un libro para cuatro o cinco  autores que somos. Es cierto que este libro lo he prestado a tres compañeros, no creo haber cometido ningún delito, por el hecho de prestar algo de mi propiedad, ¿Quién no ha prestado un libro en su vida?, en cuanto a los autores, tengo que decirte que yo solo soy autor de mis comentarios, como este, no poseo esa magnífica actitud como para ser autor de nada más.

En cuanto a los honores que comentas, tengo que decirte que aquí no hay honores de ningún tipo para compartir, ¡¡tú cuida de tus amistades que yo ya cuidare de las mías!! Los amigos es lo único en la vida que puedes elegir, lo demás todo te viene dado, hasta la mujer es la que te elige, por eso selecciono muy bien con que amigos me quedo, y los que no me convienen, los desecho.
También comentas que el autor del libro, “Un Guiño al Pasado”, no navegó en el Galatea, que los demás hemos navegado poco más de un año y que en nuestros comentarios nos hacemos pasar por héroes, inventando historias que no son correctas y que deshonran a la Armada.

Es cierto que el autor de este libro no navegó en el ya mencionado buque, pero no es menor cierto que hay grandes autores que no vivieron las obras que escribieron. En cuanto a lo  que sólo navegamos poco más de un año no es cierto, para escribir esto creo que deberías estar más informado, de todas formas , si  así fuese es, tiempo más que suficiente para ver y enterarse de lo que vale el percal, no se necesitan cuatro años para aprenderlo.
En lo de que nos hacemos los héroes con nuestros comentarios, esta es tu opinión particular, por lo tanto es tu problema si así opinas, ya que jamás me he considerado nada de nada, en cuanto a inventar historias incorrectas. Bien sabes que son verdades como puños y si no lo sabes es porque conociste muy poco al Galatea a pesar de tus cuatro años de embarque en él. Sigues con que es una deshonra para la Armada, eso también pertenece a tu opinión por lo tanto sigue siendo tu problema.

Sigue tu comentario acusador diciendo una serie de nombres, que no dudo de que fuesen excelentes personas, pero yo de estas personas no conocí a ninguna de ellas, no sé  porqué me haces referencia a personas que ya no estaban cuando yo embarqué.
Hablas también del viaje a Nueva York, también tenías que haberte documentado antes de escribir esas palabras, el viaje a esta gran ciudad se hizo el 16 de diciembre de 1953,  y yo embarqué en Septiembre del 1956, por lo tanto todo lo que me dices al respecto no tiene sentido alguno, pero al margen de eso, esas palabras que has escrito y has puesto como que nosotros hemos escrito en algún lugar no son ciertas, ya me dirás donde la has leído puesto que ni en el libro ni en el blog existen, por lo que ni tu ni nadie de tu entorno las pueden haber leído.

Continúa tu comentario acusador con algunas palabras que no tienen fundamento alguno, paja que carece de la mínima importancia como para seguir desmintiéndolas.
No obstante entiendo perfectamente tu posición, siento de verdad que sea así, pero en la vida cada uno coge el camino que cree que es mejor, aunque a veces cuando te das cuenta que no lo era, ya es demasiado tarde. De todas formas cuenta conmigo siempre que quieras, te sigo considerando un excelente ex-galateo pero…….
 
Escrito magistral de Gerardo Ureña Massa, aludiendo este cruce de palabras.
Carta abierta a Don  Pablo Delgado Guerra
Respetable señor:
Mi nombre es Gerardo Ureña Massa, soy nacido en El Ferrol un 27 de Octubre de 1936. En el verano de 1944, tuve que emigrar con mis padres y dos de mis hermanos menores a estas benditas tierras valencianas, tierras en las que felizmente resido hasta que El Sumo Hacedor disponga mi partida al más allá.

Yo, al igual que usted, también embarqué en El Galatea. Pertenezco a la promoción del 1º del 55.
He podido leer su libro, y una vez terminada su amena e interesante lectura, deduzco que cuando el cabo Delgado desembarcaba de este singular velero, el “peludo” Gerardo Ureña tomaba su testigo para mantener viva la tradición, haciendo posible que los eslabones de la cadena sucesoria, siguieran firmes e inquebrantables.
El tratamiento que le voy a mantener a lo largo y ancho de este escrito, es el de cabo Delgado, respetándole en todo momento el rango al que se hizo acreedor a lo largo de sus cuatro años de permanencia en La Armada.

Los pocos maestros que tuve, y mis progenitores, me imprimieron una elemental educación para poder navegar por los procelosos mares de la vida, sintiéndome siempre orgulloso y feliz, por mi gran respeto a mi
prójimo y a mis mayores.
Si mi memoria no me es infiel, creo recordar un escrito suyo en el blog de El Galatea, blog en el que los que participan son gentes da paz y buena voluntad. Y, si esta memoria me sigue respetando, yo afirmaría que usted nombró en  libro titulado “El emigrante, camino sin
retorno”.
Puede creerme si le digo que desde esa fecha, no he dejado de buscar su libro, siendo todas las gestiones infructuosas, pues una vez visitadas las mejores librerías de Valencia “y aquí las tenemos muy buenas” siempre me daban un no, por respuesta.
Como a mí, lo que me sobra es tiempo, nunca me dí por vencido, y entre mi tesón y los buenos amigos, he conseguido tener un ejemplar en mis manos.

Lo he leído, lo he leído todo con mucha atención y devoción, como siempre hago con las cosas del Galatea, y sinceramente señor, ahora entiendo porqué no lo encontraba en ninguna librería.

Personalmente, debo felicitarle y darle mi más sincera y merecida enhorabuena. Escribir un libro no es fácil, al menos así pienso yo. Usted  ha sido capaz de llenar 283 páginas, algo que al que suscribe le aseguro que se le antoja misión imposible. También le admiro por su gran tesón, y le felicito por su abnegada y gallarda lucha. Sin duda puede usted presumir de ser una persona que se ha hecho a sí mismo. Parece ser que nada le fue regalado, todo cuanto ha conseguido, se lo ha ganado a pulso, plantándole cara a la vida con valentía y sin concederle tregua, ni darle nunca la espalda.

La suerte que también suele ser determinante en todos los recovecos de la vida, convendrá usted conmigo, que no se ha portado mal con su persona. Por su narración deja claramente que en este su viaje por la vida migratoria, siempre le acompañó su mujer, la persona que a juzgar por sus apuntes ha tenido un papel decisorio en las singladuras de su vida. En esto también le felicito.
Para no gustarle el juego ( a mí tampoco me gusta) ha jugado sus cartas de forma magistral. ¡¡¡Felicitaciones mil, cabo Delgado!!!

Todos los nacidos entre 1931 y 1939 fuimos las generaciones que sacamos a España de la gran ruina que nos dejó nuestra maldita guerra civil. Somos “los niños más baratos”. La sociedad española tiene una deuda con esos niños. El desarrollo de los años 60 fue debido en gran parte a aquellos niños. El Ministerio de Educación
también está en deuda con los autodidactas, niños que empezamos a trabajar con 10 y 13 años y no pudimos ir a la escuela. Somos los niños que más baratos le hemos salido al Estado Español. Nosotros no tuvimos becas ni ayudas de ningún tipo. Y con todo ese “bagaje cultural” sacamos a España de la gran desolación que nos dejó la guerra civil.
Fueron legiones los que como usted partieron un día a otras Tierras en busca de mejor fortuna, y como en todos los órdenes de la vida a unos les fue mejor y a otros peor, sin que podamos olvidar que muchos tuvieron menos suerte y jamás pudieron regresar a su inolvidable España, no pudiendo abrazar nuevamente a sus familiares y amigos.

Recuerdo, como si fuera ahora mismo que en Abril de 1955,  El Galatea atracaba en Recife-Pernambuco, y en este puerto pude vivir en primera persona un hecho que me destrozó el alma. Conocí a un señor que todos los días que el barco permaneció en esta ciudad fue fiel a su cita con sus compatriotas. Era de Cataluña, alto, peinaba canas, le calculo unos 60 años; Lloraba como un niño, y cuando por los altavoces del Galatea ponían un paso doble. A muchos de nosotros se nos estrangulaba el corazón en la garganta, él, ya hacía años que lo tenía comprimido. Estos emigrantes, a diferencia de usted señor Delgado habían cruzado el charco, siendo mucho más complicado un posible retorno a la patria.

Todos no nos podíamos marchar, alguien tenía que quedarse en nuestra patria para poder alimentar las mentiras de nuestros políticos de turno. Los que nos resistimos a partir más allá de nuestras fronteras, también fuimos unos grandes sacrificados, y la España que hoy se disfruta, nada tiene que ver con la que nos dejaron nuestros abuelos. Hoy, a pesar de la gran depresión que nos atenaza, este bendito país al que amo con locura, es infinitamente mejor que el que tuvimos que heredar.

Hay algo cabo Delgado, que no me gustaría dejar en el tintero, y es por este motivo que sin mayor dilación paso a comentarle. De todas las regiones españolas solo hay una que se me resiste. Extremadura, es la única región que desconozco, y en el nombre de Dios le puedo asegurar que este hecho me deja incompleto, pero también soy consciente de que todo no se puede tener. Lo que sí le puedo decir que he conocido y tenido compañeros de trabajo extremeños de los que guardo un inmejorable recuerdo. De cualquier forma, puede usted sentirse orgulloso de su Patria chica, ya que esta noble región ha sido cuna de grandes hombres que contribuyeron al engrandecimiento de España.

Le vuelvo a felicitar por su laboriosa y ejemplar vida civil, esa que usted cuenta en su libro con todo lujo de detalles, pudiendo tener la seguridad por su parte, que yo en ningún momento pondré en duda ni siquiera una simple coma de su relato. ¡¡¡Faltaría más!!! Porque...
¿Quién soy yo para poner en duda cualquiera de sus vivencias? ¿Qué autoridad me puedo atribuir para dudar de sus relatos? No, señor Delgado; Su vida es suya y de su familia y sus amigos, perteneciendo única y exclusivamente a es e círculo. Nadie, téngalo muy presente, nadie, es quien para dudar de su libro.

Un libro se puede leer si a uno le apetece, y a continuación podrá comentar si le gustó más o menos, pero... entiendo yo que no se deben pisar las líneas rojas de la decencia y del respeto. Así es como yo pienso y así lo manifiesto. Presume usted cabo Delgado, de haber sido el cabo 2º de maniobra más joven de La Armada Española, de permanecer los cuatro años el El Galatea, de tener los mejores mandos y a los demás nos hace usted de menos por ser solamente especialistas. ¿Alguien le quiere quitar sus merecimientos? Yo por supuesto, ni se me pasa por la cabeza. Vamos, que puede en lo que a mí respecta, dormir tranquilo.

Algunos no tuvimos... vamos a llamarlo, tanta suerte con los mandos. El que suscribe los tuvo buenos, menos buenos y malos, muy malos. En este tema, como en todos los órdenes de la vida, cada uno cuenta la feria según le va. Casualidades de la vida, yo cuando embarqué en El Galatea me destinaron a costado y botes siendo como era
un triste “peludo”, le puedo asegurar que el destino lo manteníamos impecable mi amigo “Güili” y yo. Todo esto, a pesar de la dura tacañería de material a la que nos tenían sometidos. Y durante el año que permanecí en ese destino, jamás recibí una reprimenda, felicitaciones tampoco me daban, los halagos no formaban parte del patrimonio de a bordo.

No tuvimos ningún cabo en este destino, dependíamos del contramaestre segundo  Don  Inocencio Pérez, natural de León. Deduzco yo que al desembarcar usted, este puesto lo dejaron sin cabo, y le puedo asegurar, por mi vivida experiencia que no hizo ninguna falta. Esto no me lo ha contado nadie, esto lo he vivido yo en primera persona del singular y le puedo jurara de rodillas, con la mano derecha en La Biblia que todo lo que digo es cierto y bien cierto.
De los cabos maniobra que formaban la plantilla del Galatea, recuerdo con afecto al cabo Jubia, era el responsable del palo mesana, siendo su contramaestre Don Pablo San Emeterio, hombre al que también recuerdo con respeto y afecto. El cabo 1º Seijo, hombre bonachón y corpulento, que en Enero de 1956 ingresa para el curso de suboficiales, siendo ascendido y destinado al CIM de Ferrol como instructor en Enero del 57.

El cabo cartero, creo recordar que era Preciado su apellido. El cabo 2º Gil,de ingrato recuerdo para el que suscribe, mejor no decir nada de este personaje, el cabo de compras, del que no soy capaz de recordar su nombre.
Recuerdo con admiración y respeto a Aquilino Álvarez Miniño, cornetín
de órdenes del Galatea responsable de pintar a pistola, rebajado de servicios y dependiente del condestable Don Manuel Fontanilla, hombre pelota y miserable. Este hombre además de ser el condestable de cargo, era el responsable del pañol de pinturas.

Aquilino era un hombre poco ilustrado, pero muy querido y respetado por todos nosotros, y hacía unas preciosas maquetas del Galatea, maquetas que luego vendía a quien quisiera y pudiera comprarlas.
En los más de 30 meses que viví en El Galatea, pude compartir vida, alegrías, hambre, frío, calor, penas, miserias y un rosario más de vicisitudes que a usted supongo, no necesito contarle, pues no en vano su tiempo en este genial velero fue superado al mío por 18 meses.
Vivas en mi memoria permanecen los que compartieron todas estas aventuras conmigo. Hoy puedo, y doy gracias a Dios por tener la suerte de disfrutar todos los dias de la gran compañía de José Mª Castrillón Mesa, Miguel Gómez Ruiz, Arminio Sánchez Mora y Manuel Carrasco Rubio. Con Castrillón y Miguel compartí vida y viajes. Con Arminio y Manuel no, pero el primero no es culpable de no navegar en el Galatea, y el segundo tampoco tiene ninguna verruga en la nariz. Solo puedo decir, que los dos son personas maravillosas de las que cualquier ser humano normal se sentiría feliz de tenerlos como amigos.
Porque señores, Arminio embarcó en el velero cuando éste no navegaba, pero sabe más del Galatea que muchos que se hacen pasar por sabios de la vida, cuando la cruda realidad, es, que no tienen ni zorra idea de nada.

En la página 29 de su libro, dice usted lo siguiente: uno de ellos, Antonio, al ser su familia de Cádiz, conocía las dos escuelas de “Flechas Navales” que solo existían en España, una en San Fernando y la otra en Sanlúcar de Barrameda; las dos en la provincia de Cádiz.
Debo decirle y le digo a usted señor Delgado, que en esta su afirmación, comete una falta a la verdad. Y con gusto respeto y sin acritud, procedo a aclararle con mucho gusto.
En La Malvarrosa (Valencia) existe una calle que se llama Antonio Pons, en el nº 9 de esta calle, el que suscribe vivió con su numerosa familia durante 4 años. Pues bien cabo Delgado, muy cerca de la que fue mi casa en ese periodo, en la misma calle, en la acera de enfrente,
transversal a la cale Cavite y haciendo esquina, había una escuela de Flechas Navales, y en tiempos de verano se ampliaba a la que había sido la vivienda en su día del célebre y republicano escritor valenciano Don Vicente Blasco Ibáñez, encontrándose dicho chalet en la célebre y conocida playa de La Malvarrosa.

Algunos de estos flechas ingresaron como marineros voluntarios y algunos regresaron a sus casas después de haber presentado sus renuncias correspondientes.
Muchos de estos muchachos, fueron compañeros míos en el barrio. Ignoro si además de Valencia y las dos localidades que usted cita, había algunas escuelas más en España.
En la página 59 habla del café que compraron en Cabo Verde, unos 50 kilos, cantidad más que respetable. El café de caracolillo no es una marca determinada de este excelente producto. El café de caracolillo lo tienen todos los tipos de café, ya sean buenos, menos buenos y
mejores o peores.
El caracolillo es un grano que ha nacido defectuoso, es decir, ha nacido jorobado, y en todas las variedades de café hay caracolillos.
Lo que supone que al no haber tenido su total desarrollo, posee más fuerza que sus hermanos de la misma especie, y esto le dota de un poco más de calidad.

Por otra parte le diré que como usted sabe muy bien, Cabo
Verde está en África, y el café africano es uno de los menos buenos cafés de este nuestro globo terráqueo. En aquella época el café en España estaba intervenido por los gobiernos de turno, siendo este el que daba y quitaba los cupos, según sus caprichos y simpatías.
Por su región solía entrar procedente de Portugal, un torrefacto infame de la marca el camello, que los profanos en la materia solían ensalzar sin tener idea de lo que decían. La variedad de este grano era siempre
Robusta de la peor calidad. He tostado algunos cientos de sacos en una determinada etapa de mi vida.
Le confieso cabo Delgado que tengo una curiosidad que me puede. ¿Cómo se las ingeniaban para embarcar tantos kilos de café? Porque en Cabo Verde no había puerto. Teníamos que fondear, y esto complicaba más las cosas, convirtiéndose en un riesgo añadido.

Con fecha 9 de Mayo del presente año a las 14:52:07 aparece un escrito en Internet que dice lo siguiente: “Delgado Pablo Buque Escuela Galatea un Guiño al Pasado. Yo, Pablo Delgado Guerra, fui el
primer cabo 2ª más joven de La Armada con 18 años en la especialidad de Maniobra, entre los años 1951 y 1955, en los que permanecí fiel a todas las navegaciones en convivencia con todos sus mandos y tripulantes. A día de hoy puedo afirmar que sentimentalmente “nunca desembarqué” Con referencia a lo que en el libro se relata “Un Guiño al Pasado” tengo que decir que todo sería correcto, si no se refiriera al Galatea, incluso podría pasar por una buena novela, pero me molesta cuando se falsea realidad para obtener notoriedad o beneficio económico”.

“Viví sus temporales, alegrías, penurias, por lo que creo que mi opinión tiene cierto peso sobre la del autor que nunca navegó en El Galatea, Aunque se apoye en testigos que navegaron, pero que solo hicieron el curso de especialistas. Yo que también pasé por ahí, empecé a conocer El Galatea una vez que fui miembro de la dotación con cargode responsabilidad.”
“Todo ello queda relatado en lo que he dedicado tal como lo he vivido, en las 56 páginas de mi libro: El Emigrante Camino sin Retorno”.

Copiado literalmente con puntos y comas. Bueno...bueno...bueno... es usted un figura lanzando cuchillos, cabo Delgado. Que asombrosa capacidad de embestida tiene. A juzgar por mi justito y corto intelecto, lo único bueno que hubo en El Galatea fue su persona y los mandos que le tocaron en suerte. Los demás ¿Qué fuimos? ¿un  accidente?¿un aborto, o quizás culpables y portadores de una odiosa peste?.
No hombre, no, esto no puede ser una pesadilla. Ya he dejado constancia de que mi gran amigo “Güili” y yo, fuimos sus sucesores en costado y botes haciendo bien nuestro trabajo y esto no fue cortapisa para que el barco siguiera navegando sin cojear.

No me gusta el menosprecio que hace a los especialistas de Maniobra, tampoco me gustan las gentes que hacen de menos a los semejantes argumentando que ellos fueron y son mejores. Tengo la impresión de que le invade una enfermiza obsesión en contra de todo lo que le reste protagonismo.
No, señor Delgado, las cosas no son así, al menos eso no es lo que me enseñó mi buen padre. Mire señor, los buenos historiadores que escriben libros, no vivieron esas páginas que tan magistralmente escriben.
Los buenos novelistas que son capaces de escribir esos grandes y magistrales libros, no son testigos vivientes de sus relatos.
Cervantes no era amigo personal de Don Quijote, ni conocido de Sancho.
Arminio no navegó en El Galatea, pero sabe más de estos temas que todos nosotros. Es un estudioso de esta materia, muy preparado, y sabe con absoluta solvencia donde tiene que poner los acentos. Y lo más importante, es respetuoso, educado, sociable e incansable y altruista.

Habla usted de beneficio económico. Tengo que reconocerle que aquí me ha pillado. Ignorante de mí que pensé en que este dato se le pasaría desapercibido. Pues verá, con los alegres beneficios de este bendito libro nos hemos comprado una mansión para cada uno de
nosotros. ¿Dónde? En Formentera, muy cerca de la población de
San Fernando, y para que no nos falte de nada, aprovechando que las ventas van muy bien, nos hemos comprado un Benlliure de 9 metros de eslora para cada uno de nosotros. De esta manera nos damos muy buenos paseos a vela, sacudiéndonos la morriña de tiempos pasados.
Y para que el diablo siga matando moscas con el rabo, este verano, si las ventas siguen a este ritmo nos pensamos repartir tres millones de euros por cabeza.

Alguien nos ha llamado quinteto. Ya no somos cinco, ahora hay uno más, seis, esto nos ha dañado ligeramente, los beneficios a repartir, pues el número agregado también quiere mamar de la teta. Bueno, como la teta da para todos, pues... no nos queda otra que darle su parte.
Como crítico literario no tiene usted precio. ¿No se ha planteado ocupar una plaza de esa profesión? ¡Anímese, hombre!. Verá como tiene futuro.

Dice usted que le molesta cuando se falsea la realidad. ¿Qué realidad, la suya o la nuestra? Le voy a poner dos ejemplos. Decir que solamente existen dos escuelas de Flechas Navales en España, cuando hay más, ¿no es eso falsear la realidad?
Decir una marca de café caracolillo cuando esto es un grano defectuoso, ¿no es eso falsear la realidad?.
Lo que pasa cabo Delgado, es que ningún jorobado se ve su “chepa”. Hacer crítica, destruir, no es difícil: el último peón de albañilería sabe hincar su herramienta en la piedra noble y bella de una Catedral. Construir: esta labor requiere maestros.

¿Sabe? Podría hacer de esto un folletín interminable. No lo voy a hacer. Solo le pido una cosa, tómelo como un ruego, o una súplica, nunca como una amenaza. Siga usted su camino y no se meta con nosotros. Somos un grupo de antiguos “galateanos”, que nos hemos felizmente reencontrado y estamos encantados de haberlo hecho. No deseamos hacer daño a nadie, y queremos ser respetados.
Y en esto sí somos exigentes, queremos la misma consideración que tenemos para con nuestros semejantes. Le deseamos lo mejor, y lo mejor es... eso lo mejor.

Somos conscientes que es mejor marino que nosotros. No nos importa, para usted todos los laureles, pero... déjenos vivir en paz los días que Dios tenga dispuesto a nuestros ya viejos y cansados corazones.

A Don Juan, Don Diego hirió,
y aunque arrepentido, luego
curó al Don Juan el Don Diego,
la cicatriz le quedó.
De esto a inferir vengo yo
que nadie, si es cuerdo y sabio,
debe herir, ni aún con el labio,
pues aunque curarle pueda,
siempre al ultraje le queda
la cicatriz del agravio.

El mejor ejemplo a seguir nos lo da Miguel Gómez Ruiz en Facebook y dice así:
“Me gustaría que cesara esa guerra abierta entre dos autores de sendos libros, que tratan del Galatea, creo que estos ataques nada dicen o muy poco a favor de los que un día pisamos la cubierta de aquel legendario y viejo velero, debo decir, y digo, que los galateanos de pro no se desprestigian; mas bien todo lo contrario, es cierto que esos misiles no se dirigen a mí, pero me pasan rozando y me molestan, creo haber leído todo lo que se ha escrito del ya mencionado buque que tanto nos une, y solo tengo respeto y admiración para todos sus autores”.
“Por otra parte hago constar que no me dirijo a nadie, ya que tengo serias dudas de su procedencia. Por lo que pido paz y armonía entre todos los “galateanos”, ya que nuestra bandera en La Armada siempre fue la del compañerismo”.

Y yo añado:
La espiga, rica en fruto, se inclina a tierra,
la que no tiene grano se empina tiesa.
Es en su parte, modesto el hombre sabio y altivo el zote.
(El Timonel del Galatea).

Esto es todo, mis queridos amigos. A vosotros os incumbe decidir si se publica en el blog. Yo acataré vuestra decisión. Si necesitáis mi voto, mi voto es un sí rotundo. Siempre con vosotros y a vuestro lado
Gerardo.

Castrillon escribe
Hola, sois todos unos peludos a mi lado en el Galatea. Yo, embarqué el día 2 de septiembre de 1.953, y desembarqué de cabo segundo maniobra el día 26 de agosto, de 1.956, hice el viaje a Nueva York, era un perfecto peludo. Sí hemos pasado varios temporales, y cuando hemos entrado al Nueva York el dia 16 de diciembre de 1.953, atracamos en Brooklyn muelle 44, en la maniobra de atraque, fue cuando embistió el bauprés en un tinglado de madera ( se llama tinglado a los almacenes de mercancía en los muelles) ocasionando unos desperfectos en el mismo. La temperatura en aquella ciudad de era de 20 grados centígrados bajo cero, cuando salimos a la calle,  nuestro grupo unos cuatro  de Asturias, que todavía están aquí en Asturias, y eran más antiguos que yo, salimos con dos pantalones para amortiguar el frío. Salimos de Nueva York el día 20 de diciembre del mismo año. 
Hasta que procedente del Canadá se nos vino un ciclón que nos cogió de lleno en la madrugada del día 1 de enero del año 1.954.  Los pormenores ya los sabéis todos, llegamos a Ferrol el día 15 de enero de ese año 54, fecha en que embarcó nuestro amigo  Criado.  El se acuerda bien de mi, lo mismo que yo me recuerdo de Pablo, el flecha, viéndole subir a poner la antena de la radio en el palo Mayor.

Tengo todo anotado en una libreta con cubiertas de cartón que yo tenía, y tengo la conservo muy bien, anotaba todas las incidencias que sobresalían de la rutina en la mar, en ella también figuran las salidas y entradas a todos los puertos, días de mar, días de puerto días de navegación, etc,  bueno ¿ que os voy a decir que no sepáis?.
Pero eso si que digo bien alto y claro, los Oficiales, eran muy educados y humanos, no puedo decir lo mismo de algunos contramaestres, que para mi eran unos piratas, en su comportamiento, por lo menos para mi, pero como profesionales, eran de lo mejor, nos enseñaron con mucha dureza, pero vuelvo a decir, mereció la pena ya que nos lo enseñaron todos respecto para ser unos buenos Maniobra. A mi me sirvió de mucho a lo largo de todos mis años en la Armada, gracias a aquella dura enseñanza, lo digo y lo mantengo.
Como sabéis y es lógico ahora me encuentro retirado y aun conservo muy bien aquellas enseñanzas, aparte, como dije, las tengo anotadas en mi antigua libreta, por lo que puedo aportar varios comentarios de todos los puertos que visitamos.
Por favor, dejaros de discusiones inútiles que no nos llevan a ningún lugar, todos somos antiguos compañeros y por lo tanto amigos todos, lo mismo que Jaume Matamala, a todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo

Arminio comenta
El mal compañero es a veces más peligroso que el enemigo. Por definición, las motivaciones del enemigo son predecibles, sabemos qué quiere y podemos inferir qué piensa: la animadversión salta a la vista. En cambio, el mal amigo tiende a ser más indescifrable, suele manejar una doble faz que no siempre se hace evidente y que en ocasiones nos confunde. Sin lugar a dudas, y aunque pueda parecer una contradicción, para la supervivencia personal, es preferible un buen enemigo a un mal compañero. 

El mal compañero se delata de muchas maneras. Basta observar de manera realista y sin remordimientos su comportamiento, para que la enemistad oculta aflore en toda su intensidad y descaro. 
El mal compañero no da refuerzos o da muy poco, no felicita ni muestra admiración. Le duela dar el brazo a torcer. Se cuida en el halago porque teme engordar el ego del otro, como si el reconocimiento fuera una forma de humillación 
No es solidario, o es solidario a medias, que es peor. Suele jugar el papel de árbitro o de Pilatos: no toma partido y asume una objetividad inaceptable para quien considera amigo. Evalúa, juzga y duda de nuestras verdades, o simplemente guarda silencio cuando debe hablar. No nos apoya en los proyectos más importantes e incluso puede torpedearlos de manera solapada. 

Se escapa cuando las cosas se complican y no le pone el pecho a la contingencia. En las malas, se esfuma misteriosamente, y en las buenas hace su aparición, es amigo por conveniencia, desertor de oficio. 
El mal compañero va sumando pequeñas traiciones y engaños que pasan desapercibidos en un comienzo, pero con el tiempo se acumulan hasta que un día explotan. El problema es que el daño ya está hecho. 
Nos recuerda los defectos cada vez que puede. Y aunque diga que es por nuestro bien, su verdadera intención es meter el dedo en la llaga. la crítica amistosa del mal amigo siempre está contaminada de morbo. No hay ternura ni cuidado, sólo ganas de resaltar lo malo. No hay delicadeza, sólo agresión.
El mal compañero es subversivo por naturaleza. Es un caballo de Troya que se introduce en nuestras vidas e intenta minar el orden mental. Con los malos amigos nunca hay paz de verdad, nunca logramos la sensación de estar a buen resguardo, casi siempre hay malos entendidos y cosas por aclarar y por tal razón, la relación se vuelve pesada, compleja y molesta. 

La amistad tiene tres pilares básicos: alegría, tranquilidad y confianza. Si alguno de ellos no está bien cimentado, es mejor estar solo. Ese es el derecho que nos asiste. Cicerón decía: A los amigos hay que elegirlos bien. 
Y por eso yo, al menos tengo esa oportunidad, la de elgir mis amigos, claro siempre que ellos también hagan lo mismo conmigo, o sea me elijan como suyo. Con respecto al señor Pablo, en ningún momento he criticado nada con respecto a su persona o sus obras, eso sí, él se ha despachado a gusto. Como se come esto señor Castrillon, todos somos compañeros, amigos, pero algunos no dejan de meter el dedo donde no lo tienen que meter y si les gusta hacerlo que se hagan críticos. Que pasa que en la Armada no tuvimos enemigos, éramos todos monjitas de la caridad.

He de decir y no me gusta emplear este medio para hacerlo, pues me gustaría hacerlo cara a cara, que en ningún momento nos dieron oportunidad para continuar con el famoso viaje, como dice Delgado que podíamos haberlo hecho. A mi personalmente me destituyeron de la organización de un plumazo, fue una orden tajante. Al día siguiente anuncié que ya no organizaba nada, por mandato del organizador y que él lo seguía haciendo. E incluso animé a los demás a continuar, pues merecía la pena para ellos. Yo no quería ser un estorbo, solo me hicieron apartar y me aparté. Eso fue todo.
Usted señor Pablo sabe solo lo que le han querido contar. No se meta más con nadie que nadie se mete con usted. Un saludo a todos y digo a todos.


Un escritor anónimo
Les sigo desde hace tiempo y se que ustedes están escribiendo y cada vez mejor. Que andan por ahí pensando cómo crear historias maravillosas y fantásticas, de ese buque a vela,  por eso quiero compartirles parte de mi historia. Soy un escritor famoso, pero sobre todo, un escritor que disfruta de  crear y escribir. Les pido, por favor, que me dejen robar unos minutos al tiempo, para contarles cómo empecé a escribir, de dónde llegan a mí la inspiración y las ideas, y de cuánto disfruto la experiencia de crear nuevos mundos a través de las palabras.
Empecé a escribir cuando era un niño. Para entonces iba a la escuela  como ustedes. Recuerdo que las primeras veces que me pedía la maestra escribir sobre algún tema, me resultaba difícil, pero cuando comencé a disfrutar de aquella tarea y a jugar con las palabras los temas llegaron de muchas partes y trataba de no dejarlos escapar. Lo que pasaba en mi casa, las locuras de mis compañeros, los problemas y las alegrías que vivíamos, mis amores frustrados, mis sueños imposibles y mi deseo de un mundo mejor.
Pronto me di cuenta que muchas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor, simples y sencillas, eran una buena fuente para escribir. Podía inventar mis propias palabras y regalárselas a otras personas para que las usaran.
La verdad, para mí no existía una fórmula mágica para encontrar ideas y empezar a escribir. Yo siempre fui muy inquieto, hiperactivo y me llamaban la atención muchas cosas. Para mí era mucho más sencillo hacer preguntas que buscar respuestas. Pero... volviendo a mi infancia, cuando estaba en la escuela escribí mi primer cuento. Al principio no tuve mucho éxito. La verdad es que nadie le daba mucha importancia a mis escritos, pero eso nunca me hizo perder la fe de que lo que yo hacía era bueno. Porque era bueno para mí. Siempre he tenido mucha fe en lo que hago.

En esa época yo esperaba que me dijeran que mis escritos eran dignos de publicarse en un libro. Sin embargo, con los años aprendí que tenía que escribir, leer, revisar, corregir, reescribir, revisar y corregir mis cuentos muchas veces antes de quedar satisfecho y mandarlos a publicar. Sí, escribir es una actividad entretenida y muy creativa, pero ser un buen escritor requiere dedicación y mucho trabajo.
 
Sólo quise escribirles porque hace algunos años, bastantes ya, iniciaba como ustedes lo hacen y no quise pasar por alto la oportunidad de volver a recordar la emoción de escribir.
En cuanto a sus últimos escritos sobre un tema algo polémico, creo que tendrían ustedes que hacer oídos sordos, ya han contestado, con educación y hasta con  demasiada cortesía, cosa que las otras personas provocadoras,  no han hecho,  y creo que eso les dignifica.
Animo con su excelente labor y olvídense de las críticas, ustedes lo están haciendo muy bien y están llevando a cabo un maravilloso trabajo y aprovecho para decir, que: Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.  
 
Con  alusión a la estrofa  de  Hartzenbusch, que muy bien recoge el  señor Gerardo Ureña, (La espiga, rica en fruto, se inclina a tierra…),  me atrevo a añadir dos estrofas más, del mismo dramaturgo, escritor, poeta, y filólogo, y que particularmente me gusta y vienen al caso:
Más útil que nociva // es la gente mordaz que tanto abunda, // pues hace con su rabia furibunda // que el íntegro varón más cauto viva, // y más pronto a sus émulos confunda. //
El mundo enseña, de ejemplares lleno, // que para ser feliz, hay que ser bueno. // El justo goza, los malvados gimen. // ¡Dichosa la virtud! ¡Mísero el crimen! 
Atentamente, un escritor anónimo

La historia continúa a finales del año 2014
Señor Matamala, hace unos meses ya hizo lo mismo en Facebook, con la nueva página Galatea-Buque Escuela de Maniobra Galatea, pero personalmente me da lo mismo, son breves comentarios tipo Facebook, como en su día dijo usted cuando trataba de menospreciarnos. Y la palabra “Más Vale Sumar Que Restar”, pero como se dice pelillos a la mar. Olvidamos y tratamos de perdonar como nos enseña Nuestra Santa Madre Iglesia, que de eso sabe usted más que nosotros, pues los Jesuitas fueron parte de una etapa de su vida. 

Pero esto ya es el colmo, además de copiarnos íntegramente los textos del blog, ahora sus andanzas son mayores, cambia el título de su blog, y que casualidad pone el nuestro añadiendo entre paréntesis (Velero Marina Española). Pues sepa que su dominio en Blogger es:
http://buquegalatea.blogspot.com.es/ 
y no se ciñe a su blog, sino que se ciñe al nuestro que es:
http://buqueescuelademaniobragalatea.blogspot.com.es/
En todo en la vida hay que tener ideas claras y personales. Sus ideas si son claras, las de defraudar, pero en cambio las ideas personales son carentes de todo buen hacer y de singularidad. 
Buenas fiestas le dese desde este espacio y que pase unas Felices Navidades. Aquí está la copia: 



Antes fue en Facebook, aunque no merecía la pena, pero poner ahora el mismo nombre de nuestro blog, cuando tenía el suyo propio. Pues ahora ha cambiado de "Buque Galatea" a Buque escuela de maniobra Galatea, ya le vale. Este es su nombre:
http://buquegalatea.blogspot.com.es/, pero ha cambiado las letras en el blog.
Desde hace más de cinco años tenemos este nombre y este blog y anteriormente en otros blog conservamos el mismo nombre que es este. POR FAVOR SEÑOR MATAMALA VAYASE O AL MENOS HAGA SUS COSAS SIN COPIAR A NADIE.  Piense que el nombre del blog está inscrito en el R.C.P.I. Y la denucia está hecha en bloger, Bloger no se anda con contemplaciones, elimina el blog radicalmente. 
Este es nuestro nombre. http://buqueescuelademaniobragalatea.blogspot.com/

Google penaliza el contenido duplicado. Si el contenido es el rey... Google no quiere dos reyes iguales. Por ello penaliza en las búsquedas los artículos que no son originales, y los manda al final del final de los resultados.
Posibles consecuencias legales. Tanto los textos escritos como las fotografías y los vídeos están protegidos por derechos de autor. Esto quiere decir que si un autor descubre que su trabajo se utiliza en otro sitio sin su autorización, y además ese sitio se está lucrando con publicidad, enlaces de afiliados, etc., puede actuar legalmente contra aquel.
Reputación online por los suelos. Nadie se construye una buena reputación en la red copiando de los demás. Y hay muchas maneras de ser descubierto y puesto en evidencia (otros bogs, foros, redes sociales, etc.).
Difícilmente va a ser creíble ante los lectores quien no genera contenido original y de calidad, porque carece de voz propia, y es incapaz de crear una comunidad entorno a su blog o web.
Maneras incorrectas de copiar contenido
Veamos algunas formas habituales de copiar texto que no suelen estar bien vistas entre los bloggers.
Copia literal sin mención al autor o al blog original: evidentemente, este es un caso flagrante
de vulneración de los derechos de autor.
Copia literal mencionando al autor y/o al blog original: aquí hay diversidad de opiniones. Hay quien se siente molesto porque utilicen su creación sin si quiera una consulta (¡con lo poco  que cuesta enviar un e-mail!), y hay autores a los que no les importa, pues consideran que se
contribuye por un lado a la difusión de su web y, por otro, al hecho de compartir conocimientos, tan presente en el origen de la red.
Traducción de artículos escritos en otro idioma. Una forma de generar posts no originalespasa por suscribirse a publicaciones extranjeras y traducir a otro idioma los artículos.Reescritura a partir de un artículo publicado. Básicamente se trata de “marear a Google” para que no reconozca que un mismo contenido se ha escrito con una pequeña variación en las palabras, recurriendo a sinónimos o cambios sintácticos.

Al momento la contestación y respuesta
Jaume Matamala
Me Gusta que se ocupe tanto de mis blogs y pierda su hermoso tiempo. "LADRAN LUEGO CABALGAMOS” decía el Quijote. Yo no verteré mas tinta sobre un tema que no se aguanta por ningún lado. Que tenga buenos vientos en este 2.015 Jaume Matamala Blanch

 

El velero Galatea PARA MATAMALA
Es tal la importancia del Quijote, que incluso se le han atribuido frases que no están en el libro, como la que dice usted Señor Matamala: “Ladran, luego cabalgamos” Claro como copia sin preocuparse de las fuentes, como se va a culturizar. Lo curioso de la frase en cuestión es que ni es originaria de El Quijote, ni aparece en ningún momento en el libro, y por lo que he podido averiguar Señor Matamala es bastante difícil rastrear su origen, que se pierde en la lejanía del tiempo, como se podría perder usted. Pero a usted le ha servido oírla para hacerla buena, como hace con todo, hocicando entre todo lo que no es suyo para provecho de sus instintos.

Al parecer, la expresión latina “Latrant et scitis estatint praetesquitantes estis”, Ladran y sabéis al momento que cabalgáis por delante de los demás, es el origen de nuestra acepción castellana, pero no es el origen verdadero de la expresión, pues ésta se sitúa en la antigua Grecia. Por desgracia, no se sabe el origen exacto de la misma, y por lo tanto queda como anónima. No obstante, la frase sigue siendo tan válida hoy, como lo fue hace miles de años cuando se pronunció, puesto que aquel que intenta lograr sus metas menospreciando a los demás, siempre ha de soportar los “ladridos de los perros” o las quejas de los perjudicados ante su lema de “el fin justifica los medios”. Pues siga cabalgando como Atila, que el tiempo pone a cada uno en su sitio.  Arminio Sánchez Mora