El Galatea llora por su Timonel




Ultimas novedades del Galatea
En estas páginas que se publicarán periódicamente, se incluirán las novedades que cada día  aporte el Galatea en sus singladuras. Las fotos que nos envíen los vistantes, comentarios, vídeos, anécdotas y sugerencias.
Como novedad se habilita también como espacio para poder contactar con otros galateanos, teniendo en cuenta la difusión que tiene el blog. O sea en otras palabras, que sea el castillo y la cubierta y  la toldilla del Galatea. Para ello se pueden mandar mensajes a los correos facilitados o utilizar el formulario de contacto que está en la cabecera del blog, a la derecha de la foto  principal, para solicitar que se haga el comunicado o el mensaje. Un saludo a todos y pensad que gracias a todos vosotros "El Galatea Navega de Nuevo".
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Sábado 10 de enero de 2015.  El Galatea navega de nuevo
Comunicamos a todos que un componente de este blog, Don Gerardo Ureña Massa ha partido para otro lugar desde donde seguro seguirá estando con nosotros. Desde aquí sus amigos desean despedirse y acompañar a su familia.

Amigo Gerardo, nunca podremos olvidar a una persona tan maravillosa. Sí, tan maravillosa como tú. Todos los que llegamos a conocerle debemos sentirnos muy afortunados por todos los buenos momentos que pudimos compartir a tu lado.
Hubiésemos querido que este momento nunca llegara, pues teníamos muchas esperanzas en poder compartir contigo los acontecimientos que tu sabes que estábamos esperando.
Sabemos que nos estás escuchando y por eso te decimos que ha sido un golpe muy fuerte para todos nosotros y también para tu familia y amigos cercanos, a los que desde aquí queremos expresar nuestras más sentidas condolencias y también decirles que a pesar que tú ya no estás entre nosotros, si estás dentro de nuestros corazones. También queremos proclamar a los cuatro vientos, que nos sentimos muy orgullosos por haber podido compartir contigo tan buenos momentos.
Siempre estabas dispuesto a tendernos una mano ante la adversidad, eras un amigo protector, consejero y dispuesto a dar todo por nada. Eras fiel hasta la médula y lo demostraste con tu fidelidad hacia nosotros y hacia tu Galatea.
Cuando escribimos nuestros ojos se humedecen y el Galatea llora desconsolado pues ha perdido a su Timonel.







En esta página vamos a contar algo sobre Gerardo, una breve reseña  de su puño y letra, de lo mucho que escribió para goce nuestro. Su pluma era casi idéntica a un gran novelista y no solo lo pensamos nosotros, algún periodista al leer sus escritos así lo dijo. Se parace a Pío Baroja.

Gerardo escribía: Era un 12 de Marzo de muchos años atrás, tantos como que fue en el año 1955. ¿La ciudad? El Ferrol del Caudillo. Ya había finalizado el periodo de instrucción la primera promoción de ese año. Esa mañana el Cabo Prendes, entra en la cuarta brigada, con unos cuantos folios en sus manos, dispuesto a vocear los destinos de cada uno de los marineros, que durante 73 días compartieron vida en esa brigada.
El Cabo Prendes, siempre demostró ser un tipo muy duro, desde el primer día hasta casi el final. Fué un cabo rojo de reemplazo, pero parecía un auténtico profesional, más bien daba la impresión, que lo habían parido para mandar. Fue muy duro con nosotros, durísimo diría yo. Sin embargo, cuando terminó el periodo de instrucción, el cabo Prendes sacó el ser humano que llevaba dentro y no parecía el mismo personaje, digamos que a partir de ese momento, se mostró como un compañero más. ¡El periodo de instrucción había terminado!
Cuando mencionó mi nombre, toda mi atención, al igual que la de mis compañeros de promoción, la acaparaba mi destino. Al nombrar El Galatea me puse muy contento. ¡Lo había conseguido¡. Otro día espero poderos explicar porqué.



Riada de Valencia del 14 de octubre de 1957
Era domingo, la fragata Sarmiento de Gamboa estaba en Valencia. Llevábamos a bordo al almirante del Departamento de Cartagena, al día siguiente lunes, salíamos con rumbo a Alicante. 
Yo ese día tenía guardia, pero Valdez, cabo segundo de maniobras, me hizo el servicio para que pudiese estar con mi familia en Valencia. Valdez me dijo "yo te hago la guardia de día, pero la noche te la haces tú. Convenido y agradecido. 
Serían las diez o las once de la noche, cuando llegué al barco, mis padres me acompañaron, me despedí de ellos al pie del portalón y pasé a bordo.
Estaba de cabo cubierta, di las vueltas de rigor y pude comprobar que todo estaba en calma, el oficial de guardia descansaba y todo era calma total, en cubierta solamente estaba yo, pues el centinela estaba en tierra. Bajo al sollado de proa, hablo con el cuartelero y empiezo a escuchar unos raros ruidos que no sabía de donde y porqué. Subo a cubierta rápidamente y me dio el tiempo justo de meter al centinela a bordo, cuando me dispuse a avisar al oficial de guardia. Este ya bajaba a popa con el segundo comandante.
No sabíamos que estaba pasando, lo bien cierto es que de tierra estábamos recibiendo una tremenda cantidad de agua. Me ordenan que llame al contramaestre de cargo. Lo llamo. Que despierte a la brigada de guardia, la despierto.

Reforzamos amarras, pues las cataratas de agua que llegaban de tierra estaban jugando con el barco. A las cuatro de la madrugada me relevan y me voy a descansar un poco. Al amanecer el espectáculo era dantesco, el Sarmiento de Gamboa estaba rodeado de cadáveres flotantes. Arriamos dos botes y los cabos primeros Gálvez y Valdez se dedicaron a recogerlos y depositarlos en tierra, estábamos incomunicados, nadie sabía que pasaba, todo eran preguntas sin respuesta. A las diez de la mañana hablo con el segundo y le pido permiso para ir a mi casa, no sabía que les podia haber pasado a mis padres, esta incertidumbre me podía. El segundo comandante era D. Eduardo de Velasco Gómez, y me dice, "te puede parecer muy cruel pero no puedo darte permiso, pues no sabemos que esta pasando". A media mañana me llama el segundo y me pregunta, ¿tú conoces el camino que hay de aqui a la Comandancia de Marina?, "como la palma de la mano mi segundo". "Prepárate que vas a salir con el teniente de navío López Serón, el cabo Valdez y seis marineros voluntarios para intentar llegar a la Comandancia.
Todos amarrados con el mismo cabo y con el agua hasta el cuello partimos para la Comandancia. Cuando llegamos, aquello parecía un hospital, frente a la Comandancia estaba el economato de Marina. Nuestro oficial nos dice que le sigamos, entramos en el economato y nos encontramos a un teniente de navío de la reserva, un teniente de la guardia civil y dos números, éstos pretendían llevarse todos los víveres y se los estaban repartiendo. Al notar nuestra presencia se dirige al oficial del buque que iba conmigo, y le pregunta, "tú que quieres". 

Mi oficial le contesta, "que salgan todos los números de la guardia civil, que se quede sólamente el teniente y que dejen aquí todos los víveres".
El otro le replica, "yo hablo en nombre del comandante de la Comandancia", mi oficial "y yo en nombre del almirante del Departamento", el otro traga saliva y calla. Mi oficial le dice, "traigo dos cabos y seis marineros, la Comandancia esta llena de gente que también tiene necesidades de ser atendidos".
Mi oficial habla con el teniente de la guardia civil y pronto se ponen de acuerdo, víveres para la guardia civil y sus familias, si, pero también para todos los refugiados en la Comandancia. Mientras nosotros atendíamos a todos los necesitados, Valdez se comunicaba con el barco a través del código de banderas desde la terraza de la Comandancia. A las cuatro de la tarde vino una segunda riada, impresionante……
Este relato sigue, y cuando lo leyó el periodista de TVE 2, José G. Concepción y amigo de nuestro blog, rescató todo el texto que hubo leído y se quedó maravillado. Nos dijo, Ureña escribe como los ángeles. En el artículo que publicó, comentó: esta persona es un héroe y le dio el título “El Héroe de la Riada de Valencia” como se puede ver publicado en este extracto del artículo y del que les dejo un enlace para ver la publicación completa. Ir a reportaje


El Buque-Escuela "Galatea", en el recuerdo. Televisión Española cadena 2 TVE 2
José Gabriel Concepción 17 de enero de 2013. El "peludo" Delibes
El 8 de febrero de 1938 Delibes embarcó en el Buque-Escuela "Galatea", con base en El Ferrol. Su presencia imponía, sobre todo para un joven de tierra adentro, que se vería empequeñecido ante un palo mayor de 54 metros y 22 velas, con una superficie de 22.000 metros cuadrados
Delibes era un “peludo” o novato, sin privilegios ante los veteranos. Dormía en el suelo en un cuarto común (sollado), que servía también de comedor. No tenía derecho a gancho para colgar su coy (hamaca). Dormiría poco ante el trabajo extenuante que le tocaba día a día. Además de las maniobras en los gavieros o juaneteros, tenía que baldear, cada dos o tres días  la cubierta y, enfrentarse a las temibles guardias, que eran tres de cuatro horas cada una: prima, media y alba, como en cualquier buque de guerra.
Y por si esto no fuera poco tuvo que acostumbrarse a las “mascadas”, el vómito continuo, provocado por el movimiento de la cubierta bajo su pies. Existían otros inconvenientes.  Invadidos por las ratas, las chinches, los piojos, las ladillas y las curianas. 
“Estábamos invadidos por las ratas, las chinches, los piojos, las ladillas y las curianas",(cucaracha rubia de cafeteras) éstas abundaban sin ningún tipo de rubor. Había tantas, que solían invadir las taquillas. A esto, hay que añadir el frío, el calor, los vientos, el hambre, la falta de agua dulce para el aseo personal, y el trato despiadado e inhumano de nuestros mandos”. Quien así habla es Gerardo Ureña Masa, marino como Delibes, pero que navegó en “El Galatea”,  en los años cincuenta. Fue el héroe en la riada de Valencia de 1957.

Patri Ureña:
Buenas noches. Soy Patry Ureña, una sobrina de Gerardo Ureña Massa y os estoy muy agradecida por todas las muestras de cariño que habéis demostrado hacia mi tío. En muchas de las visitas que hacia a casa de mis padres para ver a su hermano Jose Luis Ureña Massa, me contaba muchas anécdotas del blog y de sus participantes y doy fe que estaba encantado y orgullosísimo con todos vosotros. Alguna que otra vez he entrado en el blog para leer vuestras vivencias y te estaría muy agradecida de que cuando llegue el día que salga a la luz vuestro libro me lo pudiérais comunicar. Muchísimas gracias por todo y a todos. 
 Se que el tiempo que ha estado junto a todos los Galateanos, ha sido muy feliz. No os equivocáis en nada al decir que es una persona maravillosa. En mi casa sentimos mucha admiración por él. Es excepcional y grande, muy grande. Ha sido una gran perdida y lo voy ha echar muchísimo en falta. Arminio, Alberto, Miguel, Ángel, Manuel, Agustín y un largo etc, disculpad por los no nombrados. Un saludo para todos de Patricia Ureña La Roda, sobrina de vuestro Timonel del Galatea.

Alberto Vera Meizoso le dedica esta preciosidad:
Al Timonel del Galatea esta mañana, que y sin a penas aliento se nos fue rumbo al Más Allá, bogando solo en un bote. Él que fue nuestro guía y nuestra alma en la vida con la poesía de su tío Luis, que despertábamos todas las mañanas cortando las olas bien tomadas a pulso de la caña del timón de popa.
Nos dejas en la senda siempre unida, así a tus gabieros a pie de la jarcia esperando un "arriba", al pairo de la vela con viento de tu recio amparo y de un horizonte claro.
La derrota siempre seguida con su amor en lotananza por la nostalgia que evocas, con la cinta negra con letras doradas del Buque Escuela de Maniobra y Navegación del Galatea, la Universidad del Rey de los Mares y del nombre de tu Lepanto.
Tu partida con la aurora incipiente en la inconfundible estela que dejas de viejas glorias escritas es el remar desde el limbo del Sol cuando marchas al poniente donde se abraza el Alba con la esperanza de volver a verte. Amigo.


Miguel Gómez:
Hoy ha hecho un magnífico dia para pasear junto al mar, he estado meditando sentado en un noray que estaba frío.  Las aguas del mar en la dársena estaban tranquilas pero sucias.
Lo importante es que he dejado navegar mis recuerdos por los caminos de la mar, siguiendo la estela del compañero y amigo que se acaba de marchar.






El Galatea para Gerardo Ureña



Te digo adiós pues te recuerdo  todavía. // Quizás nunca  he  de olvidarte, pero te digo adiós. // No sé si me quisiste, no sé si te quería. // O tal vez nos quisimos demasiado los dos. //  Este cariño lejano, apasionado y loco, //  me lo grabé en mi alma  de velero,  para quererte a ti. //  No sé si te amé mucho, no sé si te amé poco, //  pero si sé que nunca volveré a amar así. //  Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, //  en mis velas, entre mis cuadernas, en mi sentir. //  Tu  Galatea te ve de joven, pensativo y serio, //  tus pasos, tu mirada tu ir y venir. //  Pero al quedarme aquí, sabiendo que te pierdo. //  el corazón me dice que no te olvidaré. //  Me entristece tu viaje, pues yo me quedo. //  Tal vez empiezo a amarte como jamás te amé. //  Te digo adiós y acaso con esa despedida, //  mi más hermoso sueño muere dentro de mí. //  Pero te digo adiós para toda la vida //  Aunque toda la vida siga pensando en ti. //

La familia de Gerardo nos ha enviado unas páginas que podéis ver a continuación, dedicadas al Galatea, él solía escribir en sobres, tajetas y cuartillas diseñados  con sus escudos familiares, la imágen del velero y la frase de Hartzenbusch que le hacía humilde, a pesar de su gran sabiduría y buena pluma para la escritura. Esta es la frase:
La espiga rica en fruto se inclina a tierra; la que no tiene grano, se empina tiesa. Es en su porte modesto el hombre sabio, y altivo el zote.
Personalmente he leído mucho a Pío Baroja y sus escritos parecían sacados de ese famoso autor, que con pocas palabras decían mucho. Firmaba como "EL Timonel del Galatea".



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